¿Quién soy yo?

interrogante

Menuda pregunta para empezar…¡¿Quién soy yo?!

La forma superficial de responder a esta pregunta implica hablar un poco de mi persona, de mi historia y trayectoria vital, de mis intereses e inquietudes, de mi formación profesional…en fin, de todo aquello que me define y diferencia del resto de personas que habitan este planeta, de todo aquello que confiere ese carácter de exclusividad a mi persona. Procederé primero de esta forma.

Mi nombre es Ignacio Javier López-Cabanas Euba, nací el 23-08-1987 en Bilbao, una preciosa ciudad del norte de España (aunque mi carácter me hace preferir ciudades más pequeñas, menos pobladas). He tenido una buena infancia, fui un niño bastante «feliciano», alegre y despreocupado…quizás en exceso. Debo reconocer que, en mi época escolar, nunca fui un buen estudiante, jamás lograron despertar en mí ningún interés la gran mayoría de asignaturas que se impartían en el colegio. Siempre tenía algo más interesante que hacer que los deberes o estudiar.

Sin embargo, la Vida se encargó de hacerme salir de esa apatía intelectual, de sacarme de esa indiferencia absoluta. A los 18 años, la muerte de mi padre despertó en mí la inquietud, prendió la mecha de la búsqueda, fue el comienzo de un camino y un proceso, no siempre fácil ni agradable, que me ha cambiado por completo.

Entonces, movido por ese deseo recién nacido de comprender, de hallar respuestas a preguntas trascendentes, me abrí a esferas de conocimiento totalmente nuevas para mí. Comencé a leer buscando quizás una respuesta al porqué de la muerte, así como si esta era algo absoluto, en el sentido de que todo vestigio de la existencia del difunto desaparece con la desintegración de su cuerpo, o si era más bien una ilusión perceptiva.

En esa misma época decidí estudiar psicología (en Salamanca), probablemente impulsado por mi deseo de comprensión interior. Sin embargo, debo reconocer que la carrera en sí, salvo contadas excepciones, fue una decepción total; no encontré en ella casi ninguna respuesta satisfactoria.

Esta decepción me motivó aún más para buscar mis propias respuestas, aquellas que pudieran satisfacer realmente mi deseo de conocer y comprender, por lo que empecé a buscar en el terreno de la ciencia siguiendo una guía intuitiva en el proceso. Continuar por esta senda de estudio me permitió llegar a ser consciente de la ingente cantidad de información disponible en tan variadas áreas de conocimiento, me permitió atisbar los océanos de información que ignoraba. Así comprendí que, si quería llegar a algo, debía centrar mi pensamiento y esfuerzo en áreas concretas, profundizando en ellas hasta lograr cierto dominio teórico en las mismas.

Años más tarde, en los últimos años de mi carrera, como resultado de toda la información que había reunido, decidí escribir un libro en el que recogerla de forma ordenada y clara. En la primera versión del mismo casi no hacía ningún aporte personal, simplemente recogía información de diferentes áreas de la ciencia y el conocimiento. Sin embargo, en los meses siguientes, fui llegando a conclusiones y teorías propias capaces de integrar de forma coherente toda esa ingente cantidad de información que había recogido en el libro. Así nació tanto la Teoría de los 3 ejes de realidad como la Psincronología (ambas incluidas en el libro).

Durante el último año de carrera también me forme en psicología cognitivo-conductual (formación que me permite definirme hoy en día como «psicólogo general sanitario») y, dos años más tarde, decidí formarme también en hipnosis, ya que comprendí el enorme potencial terapéutico de los estados ampliados o expandidos de consciencia (mi proyecto de fin de carrera -«El cerebro como estructura disipativa«- me permitió comprender esto en profundidad).

Bien, dicho lo cual, también podría responder a la pregunta «¿quién soy yo?» desde otra perspectiva más profunda (aunque todavía puramente teórica).

Se podría afirmar que, una vez que llegué a mis propias teorías y respuestas teóricas fundamentales, empecé a comprender que todo ese conocimiento no era más que un montón de información almacenada en mi mente. Quería algo práctico, quería llegar a conocer y experimentar cada rincón de mi psique, profundizar en el tercer eje de realidad del que hablaba en la teoría de los 3 ejes de realidad, quería llegar al Gran Yo del que hablaba en la psincronología. En definitiva, quería experimentar la realidad que había detrás de esas palabras, ideas y conceptos, los cuales veía cada día más insípidos y vacíos.

Así decidí profundizar (aún teóricamente) en los diferentes caminos de liberación y en autores cuyas obras fuesen de carácter principalmente práctico en el desarrollo personal real. Me puse a buscar modelos, métodos y técnicas que pudieran ayudarme en ese camino, gracias a lo cual desarrollé una verdadera comprensión del camino que debía recorrer y, al mismo tiempo, un protocolo capaz de conducirme a la Meta (siendo el coach de autorrealización un conjunto ordenado de todas estas herramientas y conocimientos prácticos).

Y en eso estoy ahora, en recorrer ese camino que tanto tiempo y esfuerzo me llevó descubrir. Si tuviera que responder ahora, aunque sólo pudiera hacerlo de forma teórica, a la pregunta «¿Quién soy yo?», diría que la respuesta no se puede encontrar en la mente, en el mundo de las ideas e identificaciones con diferentes contenidos mentales -incluido el yo mental-, sino en la experiencia directa de la Realidad que trasciende toda esfera mental, aquella en la que uno simplemente Es. Así que, más allá de las características de mi persona;

     Yo Soy                         b4a6c5032829e4f674cf266f26b97cc2